En nuestro blog siempre nos gusta hablar sobre consejos para tu vivienda y muchos otros temas relacionados con su construcción. Por ejemplo, hace una semana os contamos qué es un proyecto de obra civil. Y hoy, continuando con la construcción como protagonista, queremos hablaros sobre uno de los materiales más utilizados a lo largo de la historia para construir hogares: la piedra.
Se trata de un material que ha sido utilizado siempre, prácticamente desde los orígenes de la humanidad. Y, debido a sus características, su uso se ha mantenido con el paso de los años. Un material resistente y duro que cuenta con una gran vida útil, lo que lo convierte en una opción perfecta para utilizar en la construcción de hogares. Además, también sirve para controlar la temperatura, debido a que es un gran aislante térmico.
Así que si quieres conocer más sobre la piedra en la construcción y los principales tipos que podemos encontrar, estás en el sitio correcto. Te contamos todo lo que necesitas saber sobre este material, sus principales características y algunos ejemplos de sus usos más comunes.
¿Qué tipos de piedras se usan en construcción?
Para definir los diferentes tipos de rocas y piedras utilizados en la construcción, lo mejor es dividirlos en función de su origen. De este modo podemos separar todo en tres grandes tipos de piedras para la construcción: las rocas ígenas, las sedimentarias y las metamórficas.
Podemos diferenciar tres grandes tipos de rocas en la construcción en base a su origen: las sedimentarias, las ígneas y las metamórficas.
Rocas ígenas
Estas rocas son las que proceden del interior de la propia tierra, del magma concretamente. Se forman cuando este se enfría o cuando sale a la superficie de la tierra. A nivel visual las rocas ígneas o magmáticas son muy parecidas entre ellas y suelen utilizarse mucho tanto en el interior como en el exterior de la vivienda. Destacan por su gran durabilidad y resistencia.
Algunos de los usos más comunes de este tipo de rocas son los siguientes:
- Granito: al ser muy abundante se utiliza en interior y exterior, sobre todo para encimeras de cocina, baños y otro tipo de superficies.
- Basalto: suele utilizarse para cimientos, pavimentos y obras de ingeniería debido a su dureza y grano fino.
- Pumita: es la roca que sirve para realizar hormigones y cementos ligeros, además de permitir un uso como elemento ornamental.
Rocas sedimentarias
Este tipo de piedras provienen de sedimentos de otras rocas mediante un proceso de erosión y sedimentación. Tal y como sucede con las rocas ígneas, las sedimentarias también cuentan con algunos tipos muy comunes en la construcción.
- Laja: suele usarse para pisos, fachadas y chimeneas.
- Caliza: su dureza la hace perfecta para construir muros.
- Traventino: su principal uso tiene que ver con suelos, fachadas y mobiliario.
Rocas metamórficas
El último tipo del que hablaremos son las rocas metamórficas, que son las que han cambiado su forma debido a una presión o temperatura demasiado alta. Como principales ejemplos de rocas metamórficas podemos señalar al mármol, que suele utilizarse para cocinas, suelos y fachadas. Aunque hay otros tipos también muy conocidos como la pizarra, muy útil en mampostería y recubrimientos de exteriores e interiores.