El precio de los suministros, con la electricidad, el gas y los combustibles como el diésel y la gasolina, está por las nubes. Y eso, ya en pleno mes de octubre, puede ser un problema a nivel económico a la hora de calentar nuestras casas el próximo invierno. Quien tiene un hogar grande sabe que calentarlo no resulta barato, más bien todo lo contrario. Sin embargo, todavía hay algunas opciones que resultan muy atractivas: las chimeneas.
Por este motivo, hoy vamos a hablar sobre qué modelos resultan mejor a nivel de prestaciones: las chimeneas de leña, las chimeneas eléctricas, los modelos de biomasa… Así que no vamos a ofrecer consejos para utilizar chimeneas de forma segura, sino que vamos a realizar una pequeña comparativa sobre los principales modelos que existen.
¿Qué chimenea es mejor?
Pocas cosas aportan más calidez y sensación de comodidad que una buena chimenea. Sin embargo, existen muchos modelos diferentes entre los que podemos elegir. Eso sí, antes de hablar del tipo de combustible a utilizar para alimentar las llamas hay un aspecto importante: las chimeneas estancas siempre resultan ser una mejor opción. Así que, sea cual sea el tipo de chimenea que elijas, procura que siempre sea estanca para garantizar un mayor rendimiento.
Existen muchos modelos diferentes de chimeneas, aunque los más populares son los que utilizan leña y pellets
Las chimeneas de leña
Las chimeneas de leña son, sin lugar a duda, unas de las más populares. Pero eso no implica que no cuenten con pegas como la imposibilidad de poder programarlas para que se enciendan a una hora determinada. Así como la posibilidad de seleccionar una temperatura concreta. Sin embargo, el precio de la leña es uno de los más bajos, sobre todo en comparación con otros combustibles. Sin duda, son unos de los modelos más bonitos, lo cual también es un añadido a tener en cuenta.
Modelos de biomasa
Cuando hablamos de chimeneas eléctricas podemos hacer referencia a muchos tipos diferentes. Uno de ellos son los de biomasa, que están alimentados por pellets pero que requieren de una conexión eléctrica para funcionar. Estas chimeneas de biomasa ofrecen las ventajas de las de leña pero con un rendimiento todavía mayor y la posibilidad de programarlo casi como si fuera un aparato de aire acondicionado.
Chimeneas de gas
Por otra parte están las chimeneas de gas, que requieren de instalaciones algo más complejas que las anteriores. Sin embargo, estas chimeneas ofrecen un gran rendimiento, no requieren de limpieza continua como con la leña y los pellets, y funcionan de maravilla. Además, con el uso de la chimenea también se pueden calentar los radiadores de la vivienda e incluso obtener agua caliente sanitaria.
Las de bioetanol
El último modelo del que vamos a hablar son las chimeneas de bioetanol. En este sentido las opciones son múltiples, con modelos de pared, de suelo e incluso opciones portátiles. En este caso hay que tener en cuenta que existen ciertas normas para su utilización, además de la necesidad de implantar algunos sistemas de seguridad para su colocación en nuestro hogar.