Uno de los momentos más importantes en nuestra vida es en el que compramos una vivienda. Sin embargo, a pesar de la emoción de disponer de un nuevo hogar, se trata de un proceso complejo en el que influyen muchos aspectos. Posiblemente tendrás que pedir un préstamo al banco para hacer frente al pago y en caso de que no cuentes con la experiencia necesaria, lo más seguro es que te sientas abrumado ante tantas opciones.
Lo primero que debes tener en cuenta a la hora de pedir una hipoteca es que deberás contar con un ahorro mínimo para hacer frente a los diferentes gastos e impuestos por comprar la vivienda. Además, es posible que el banco no te conceda la hipoteca por el 100% del valor en su préstamo, lo que hará que tengamos que aportar parte de la inversión con nuestros ahorros. Si necesitas una estimación, usa nuestra calculadora de hipotecas para hacer una estimación.
¿QUÉ HIPOTECA DEBO ELEGIR?
La gran pregunta que se hace actualmente todo el mundo a la hora de pedir una hipoteca es si resulta mejor pedirla a tipo fijo o variable. Y es posible que, si no eres un experto en el tema, no tengas ni idea de cuál de las dos resulta mejor para ti. Una cosa que debes tener clara es que ninguno de los tipos es mejor siempre, esto dependerá de tu perfil como comprador y de tu capacidad económica. Así como la tolerancia al riesgo que queramos asumir.
En condiciones normales, será mejor pedir una hipoteca a tipo fijo si queremos estabilidad y devolver el préstamo en un periodo de tiempo de 20 años o más. En el caso contrario, nos interesará más una de tipo variable si buscamos unas cuotas más bajas y queremos amortizar la deuda en un periodo de como mucho 15 años. A continuación analizamos las principales ventajas y desventajas de cada uno de estos tipos para que te resulte más fácil decantarte por uno.
HIPOTECA FIJA
Las principales ventajas de las hipotecas a tipo fijo tienen que ver con la estabilidad de las cuotas, ya que siempre será iguales y pagaremos lo mismo cada mes, con la seguridad y con condiciones de préstamo bastante asequibles. Si el euríbor sube, nosotros seguiremos pagando la misma cantidad. Esto hace que sean muy recomendables para hipotecas a largo plazo.
Por contra, son préstamos con mensualidades normalmente más elevadas, ya que cuentan con intereses más altos. Además, suelen contar con una comisión de apertura bastante más costosa que si nos decantamos por una de tipo variable.
HIPOTECA VARIABLE
Si hablamos de las ventajas de las hipotecas variables debemos tener claro que en plazos cortos son mucho más económicas actualmente. Los plazos de amortización son, en la mayoría de los casos, más largos que en las de tipo fijo. Y por norma general ofrecen menos gastos en comisiones que otros préstamos de este tipo.
Sin embargo, también tienen parte negativa. Las cuotas que pagaremos cada mes son inestables porque cambiarán cada seis o doce meses. Esto hará que paguemos más o menos en función al euríbor. Existe un gran riesgo de que sean más caras a largo plazo ya que no existe una certeza sobre si el euríbor subirá o bajará en el futuro.
Si todavía tienes dudas al respecto del tipo de hipoteca que deberías solicitar para tu nueva casa, también puedes echar un vistazo a este artículo de El País en el que ofrecen las principales ventajas y desventajas de cada tipo. De este modo podrás determinar si te interesa más elegir una hipoteca a tipo fijo o a tipo variable en función de tus necesidades y posibilidades económicas.