Siempre que hablamos de hipotecas para comprar una casa o un piso, insistimos en lo mismo: es necesario tener en torno al 30% del valor de la compra que vas a realizar. Algo que se debe a que los bancos por norma general solo ofrecen un 80% sobre el valor de compra o tasación del inmueble. Y a eso hay que sumar alrededor de un 10% extra en concepto de gastos. Por este motivo, muchas personas se ven obligadas a ahorrar durante mucho tiempo antes de poder comprar casa.
Sin embargo, quienes ya tienen una vivienda pueden recurrir a una alternativa: hipotecarla para conseguir financiación. En este sentido, ten en cuenta los requisitos para pedir una hipoteca antes de nada. Una vez hayas comprobado todo, puedes comprar un piso en Playa Granada gracias a este método de financiación sin tener que ahorrar durante años y años. Te contamos todo lo que necesitas saber sobre hipotecar tu casa por segunda vez.
En qué consiste hipotecar tu vivienda
Para comenzar explicaremos en qué consiste hipotecar tu casa. Básicamente se trata de pedir dinero prestado a un banco pero poniendo como garantía del propio pago una propiedad. Es decir, volver a pedir una cantidad de dinero significativa utilizando de aval nuestra propia casa. Así, la entidad financiera se asegura que, en caso de que no se cumplan con los pagos, podrán embargarla. De hecho, también se podrían incluir para saldar la deuda nuestros bienes personales presentes y futuros.
Es posible hipotecar una vivienda por segunda vez, aunque es importante para conseguirlo que esta se encuentre libre de cargas
Qué requisitos necesito para hipotecar mi casa
Sobre qué requisitos son necesarios para hipotecar una vivienda en nuestra posesión, es necesario seguir un proceso concreto. Debemos aclarar que este tipo de operaciones de volver a hipotecar un hogar o solicitar una ampliación de hipoteca pueden solicitarse por muchos motivos. Desde para financiar una nueva compra, hasta si necesitamos hacer una reforma en la vivienda en cuestión.
En el caso de que queramos proceder, necesitaremos lo siguiente:
- Solicitar la nota simple de la vivienda: algo que debemos hacer en el Registro de la Propiedad correspondiente y que servirá para acreditar que el inmueble es nuestro.
- Pedir financiación: normalmente este proceso se realiza con un banco, que será el que nos ofrezca un préstamo con nuestra vivienda como garantía del mismo.
- Presentar documentos: necesitaremos, además de la nota simple, presentar otros documentos como los de identidad, la declaración de la renta y nuestro contrato, entre otros.
- Tasar la vivienda: tendremos que pagar de nuestro bolsillo una tasación para que nos aprueben la solicitud.
- Estudiar la oferta: si aprueban tu solicitud, tendrás que estudiar los intereses y condiciones de la misma. Es aconsejable estudiar varias opciones antes de decantarnos por una.
- Firmar ante notario.
Ventajas y desventajas de hipotecar tu vivienda para lograr financiación
Esta operación es muy buena para acabar con la falta de liquidez y poder asumir una reforma o cualquier otro gasto. Así como para unificar deudas en una única entidad. Sin embargo, no todo son ventajas. En este sentido, existen algunos inconvenientes:
- Posibilidad de perder la vivienda: en caso de que no hagamos frente a las cuotas o devolvamos el dinero a tiempo, podrían embargarnos la vivienda.
- Libre de cargas: a excepción de la ampliación de la hipoteca, este tipo de préstamos requiere que la casa esté libre de cargas. Es decir, que no tenga una hipoteca pendiente sobre ella.
Por otro lado, también es un modelo que presenta ventajas:
- Dinero: es una forma fácil de conseguir dinero de manera rápida.
- Financiación atractiva: el interés será mucho más bajo que si solicitamos un préstamo personal.